Normalmente podemos imaginarnos que colocar un anclaje de tipo químico puede ser una tarea muy complicada, pero en realidad si cuentas con la capacitación correcta no es cosa del otro mundo. No obstante, en el momento de montarlo no debemos descuidar ningún punto de su colocación. Debemos, obligadamente, seguir un procedimiento escrupuloso de colocación, además de elegir los mejores materiales, aquellos que nos den la mayor garantía. Todos estos aspectos harán de nuestro dispositivo un anclaje perfecto y seguro, ya que de ello depende nuestra vida cuando realizamos trabajos en altura. 

Debemos recordar siempre qué es una tarea muy laboriosa y meticulosa, y nuestra experiencia será clave.

 

¿Qué son los anclajes químicos y cómo funcionan?

 

Se les denomina anclajes de adhesión, a aquellos en donde se perfora un agujero y éste es rellenado con una resina especial, química, fluida, que se solidifica y se adhiere a las paredes de dicho agujero. La resina permanece fluida durante un tiempo. En ese momento se introduce un anclaje y se fijan otros elementos.

La ventaja principal que nos brindan este tipo de anclajes a diferencia de otros (como los de rozamiento), es que estos no producen presiones internas dentro del soporte. Esto permite obtener distancias entre anclajes y a borde mucho más reducidas, además de permitir un soporte de cargas mayores. No obstante su principal inconveniente es el tiempo de fraguado (endurecimiento del material) pudiendo superar las 24 horas dependiendo del tipo de resina y de la temperatura ambiente.

Otra desventaja respecto a otro tipo de anclajes es su instalación, la cual es mucho más elaborada y delicada. Algunos parámetros como pueden ser el diámetro de la broca o la correcta mezcla de la resina química (entre otros), son clave y determinantes en lo que refiere a la solidez de la fijación que obtendremos.

 

Forma del anclaje químico

El anclaje que introducimos en el agujero que hemos perforado con la broca, va adquiriendo una forma durante su colocación que, al chocar con la forma interna del material que estamos usando como base, le impide que sea extraído, dando una seguridad máxima.

Un ejemplo de este tipo de fijación serían los remaches que se utilizan normalmente en las instalaciones de postes, ya sean terminales o intermedios, de líneas horizontales sobre las cubiertas de acero. Éste tipo de postes quedan fijos en la chapa de la cubierta mediante un grupo de remaches, con unos diámetros próximos a los 8 mm.

Debemos tener en cuenta que al dedicarnos a éste tipo de trabajos, debemos asegurar nuestra integridad, por encima de todo. Es por esto que te recomendamos hacer uso de este tipo de anclajes, de que te formes y aprendas a usarlos de la manera correcta.

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