¿Dudando de si adquirir una silla de trabajo o no? ¡En este artículo tus dudas se habrán acabado!

Antes que nada, nos gustaría hacer una breve introducción sobre en qué consisten los trabajos verticales…
Como ya bien sabrás, el acceso por cuerdas es el uso profesional de cuerdas para realizar inspecciones, mantenimiento y otros tipos de trabajo.
Para acceder a áreas inaccesibles, el acceso con cuerdas se usa comúnmente junto con varias técnicas de escalada y, por supuesto, equipo de seguridad. También se usa en entornos desafiantes o peligrosos como espacios cerrados, en lugares de trabajo sobre el agua o en espacios limitados dentro de edificios, lo que permite a las personas trabajar en altura de manera segura y eficiente mientras evitan obstáculos.
Dicho esto… ¿Son las sillas de trabajo esenciales para realizar un trabajo en altura?
¡Descubrámoslo!

¿Para qué sirve un asiento de trabajo?

El asiento permite que el trabajador esté suspendido de la cuerda, aliviando la presión ejercida por las correas del arnés, mejorando así las circunstancias ergonómicas del trabajador.
Los principales parámetros que caracterizan al asiento en general son los siguientes:

  • La rigidez del asiento.
  • La dureza de la superficie, que puede ser dura (como una superficie de madera) o blanda (como una superficie acolchada).
  • El respaldo.
  • El reposapiés.

La importancia de comprar una silla de trabajo

Para subrayar la importancia de disponer de un asiento cuando se realizan trabajos verticales con cuerdas, hay que hacer referencia al estrés por suspensión (también llamado síndrome del arnés).

Se ha demostrado que el hecho de estar colgado, sin moverse, de un arnés de seguridad puede producir por sí mismo importantes anomalías fisiopatológicas.
El traumatismo por suspensión es una patología que puede provocar la muerte. Para que se produzcan los trabajos verticales con cuerdas de forma segura, deben cumplirse dos criterios: la suspensión y la inmovilidad.
La actividad muscular de las piernas, necesaria para impulsar la sangre venosa hacia el corazón, se interrumpe en este escenario, lo que provoca una acumulación de sangre en las piernas.

Esencialmente, hay dos consecuencias negativas:

  • El sistema circulatorio se ve perjudicado y la presión sanguínea desciende. Como consecuencia, se reduce el flujo sanguíneo hacia el cerebro y otros órganos importantes.
  • Se produce una acumulación de toxinas en las piernas, que tendrá un efecto adverso en la función renal, entre otras cosas.

El tiempo que se pasa en suspensión e inmovilidad antes de la aparición de los síntomas relacionados con el traumatismo es extremadamente breve. Hace un tiempo se realizó una serie de experimentos en los que el valor medio estadístico del tiempo de aparición de un mareo serio se situaba entre los 3,5 y 32 minutos. Esto sin duda, nos da una idea de la importancia de fijar la atención en los siguientes dos puntos:

  • Es fundamental poder ajustar la postura de las piernas mientras se trabaja en posición suspendida, permitiendo que estas estén elevadas para estimular el retorno venoso. El asiento no sólo ayudará a aliviar la presión producida por el arnés, sino que también facilitará el cambio de arnés y de posición.
  • En el caso de que un trabajador pierda el conocimiento (debido a una caída, a un mareo o a otras razones), el trabajo de rescate debe completarse lo más rápidamente posible.

En resumen, el uso de un asiento en los trabajos verticales en cuerda puede ser un factor crítico para evitar problemas ergonómicos así como otras enfermedades patológicas como las indicadas anteriormente. Por lo tanto, es fundamental disponer de una serie de pautas a seguir a la hora de elegir y utilizar un asiento para las operaciones de trabajos verticales en cuerda.

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